miércoles, septiembre 26, 2007

Miercoles


Marica, estoy vuelta mierda. Cuánto me gustaría ayudar, pero poco se puede hacer cuando alguien ha decidido labrarse su destino y quiere a toda costa seguir su camino. Te llamo en la tarde a contarte cómo me fue. Te mando un besito anti romántica. Extrañamente su vida me preocupa.

La vecinita tiene antojo… Algo me dice que no debo contestar, mi intuición me avisa que algo malo va a suceder. No contesto. Ring Ring… número desconocido. Dijo amor. Contrario a todas mis expectativas el corazón se me encoge… DOBLE JUEGO, DOBLE JUEGO. Mi intuición era cierta. Tengo ganas de llorar, odiarme por seguir sintiendo. No tiene sentido… nada tiene sentido. La odio, la odio y en el fondo odiar a alguien implica algo más… me importa demasiado. Me odio, me odio. Nunca podrás dejarlo… tienes que soltarte por siempre… Y ese por siempre me asusta, a pesar de que conozco la manera. Besar a otra persona… la liberación latente, la sentencia del final, el salto que mi cabeza se niega a concebir. No lo voy a lograr, pienso desesperada. Sí lo harás…

No soporto más este debate interior y decido llamar. Te llamé esta mañana para decirte que voy a estudiar con Andrea. No sé qué decir… eso me tiene sin cuidado ahora. No sé qué preguntar, no tengo el control sobre su vida, hace mucho dejé de hacerlo… y tampoco deseo volver a tenerlo… SÓLO DESEO MI LIBERACIÓN!!! Me lanzó al abismo, de cabeza. Era un amigo gay. Verdad, mentira… DOBLE JUEGO. El recuerdo de aquella noche en que aseguró que era una amiga de la U y era falso me carcome por dentro… no confío, no creo. Estás sola y estás bien, qué más da…Olvido, olvido y dejo todo atrás. No la quiero cerca, no quiero ser parte de sus cavilaciones, no deseo su doble juego. Echo llave a su vida.

Todo salió mal, me voy ya. Vete niña y desconéctate del mundo, le digo. Salimos a rumbear cuando regresemos. Sí, claro que salimos, le aseguro y en el fondo de mi corazón le deseo también la liberación. Apaguemos el celular hasta el domingo, buena idea, pero cuesta. Sé que no lo hará.

Dejo atrás todas mis preocupaciones estúpidas y me concentro en lo que realmente importa. Mi mamá no ha llegado de la clínica. La operación fue hoy a las 7 a.m. y ya debería estar acá. Me empiezo a inquietar. ¡Qué día tan puramente agitado!... y sin necesidad de salir de casa.

Finalmente, llega mi mamá un poco adolorida, pero bien. Se pone a caminar de aquí para allá por el pasillo y me río de ver su absurda rutina. Mi médico me recomendó caminar, me dice entre risas. Aquí es donde debes estar…

¿Por qué si ya no te importo me reclamas?, me es imposible responder. No reclamo, presencio. No pido nada, no espero. Pero me importa, me importa tanto que me odio por hacerlo. De nuevo siento ganas de llorar… huir lejos, muy lejos de su desamor.

Me sorprendo entonces soñando con el día perfecto… ella entrando por la puerta de mi casa sin previo aviso y, sin darme tiempo de reaccionar, me da un beso. Sólo quiero estar contigo. La felicidad me recorre y me la como a besos. Vuelvo a amarla como en esos viejos tiempos en que sólo importaba que estuviéramos juntas. No me canso de besarla… no me cansaría nunca. Días y noches enteras amándola… dando la vida por su existencia, sintiéndome orgullosa de su respiración cercana a la mía. Lloro…lloro el sinsabor de los sueños destrozados. ¡Cuánto no hubiera dado por haber podido amarla de nuevo! ¿Demasiado tarde? ¿Demasiado? De todos modos, no volvera...

Me reprimo. NO MÁS!!! FIN FIN FIN FIN…Me doy cuenta de lo bipolar que se puede ser, las múltiples voces hablando en mi cabeza, y me río. El ser humano es una vaina bien compleja, pienso con ironía.

Me harto de reflexionar…y huyo para siempre.

2 comentarios:

mireias32 dijo...

Déjate de sueños imposibles, vive realidades, están ahí fuera, solo tienes que salir a buscarlas
Besos de jueves
Lady Bourbon

Paola Nieto Guarin dijo...

mmmmm.... Hay Dios... como me gusta leerte... hay algo en medio de esa hermosa sinceridad queno sé descifrar