miércoles, noviembre 22, 2006

El peso del fracaso


Temido sufrimiento venidero,
Derrota que por amar creo será futura.

Tocas a mi puerta y lloras,
la impotencia se aferra a tu debilidad.
Te oigo en silencio,
Mi lamento por un pasado se niega abandonarme,
Mis lágrimas retenidas inundan la seca herida.

Una voz me grita que no pierda tiempo,
Es el momento de ver mis sueños en tus ojos,
De invertir mi historia,
De revertir los daños.

La oscuridad me susurra que estoy en casa,
“lo viste por ti misma”,
del otro lado sólo hay intrusos.

Abrir o no abrir,
Tu mano en el concreto,
El temblor te corroe,
Tu llanto reconstruye tu armadura.

Abrir o no abrir,
Han dejado de atravesar tus palabras,
El concreto continúa haciéndose más fuerte,
Tus consejos inaudibles.
El rincón más oscuro me ha sobrecogido,
El frío se va volviendo una costumbre.

Abrir o no abrir,
¿qué estás esperando?
¡ENTRA!
Usa tu armadura para detener el concreto,
dale fin a la barrera.
En un abrazo déjame oler el sentimiento,
Recordar que el calor puede ser mi dueño
Y por último,
Sé mi voz y mi oscuridad.

lunes, noviembre 20, 2006

El juego

Amar es perder anticipadamente,
Es jugar con el azar,
Es ilusionarse en blanco,
Es cojear en negro,

Caballo a alfil,
Uno menos en batalla,
Un arma menos para jugar.

Blanco, blanco…
Créete victorioso,
Estás en la cima.

Negro, ja
Siente el placer de saberte menospreciado,
Arde el orgullo del competidor.

Ríe negro, ríe,
Cómo lo ignora tu adversario,
En este juego de fuerzas,
En esta lucha de incredulidades,
Los esfuerzos son vanales,
El orgullo es ridiculizado.

¿Volver a jugar?
Déjalo, esto es un vicio,
Un ansia cíclica de vencer,
Apostar por un porcentaje mínimo de victoria que se reduce en el intento.

Ambos serán derrotados,
Y la única victoria será de aquél que nunca puso las fichas en el tablero.

lunes, noviembre 13, 2006

Mía

La muerte parece tan dulce,
Tan agria cuando la pruebo en ti.
Tu cuerpo aferrado implorando su liberación,
Mi cuerpo inerte clamando esclavitud.
Huye el último suspiro,
Te conviertes en mi aliento de vida.
En la nada sólo dos,
En el todo el sordo mundo.
Tu respiración silencia el deseo,
Mis dedos rehúsan detenerse.
Tu piel cede con el contacto,
Mis besos encuentran tu boca.
La pasión te obliga a entregarte,
El peso de mi cuerpo no te deja opción.
El punto exacto,
el grito de rendición.

Me susurraste,
Enviciadamente esclava.
Te escuché,
Te cedí la libertad.

La muerte… un vicio dulce y agrio,
Cuestión de ese par de segundos en los que fuiste mía…















Lo único constante en la vida son los cambios...

domingo, noviembre 12, 2006

He dejado la escritura para hacerla una experiencia personal…me he perdido de las palabras para encontrarme en tu cuerpo… he escapado de las líneas, de izquierda a derecha, de arriba abajo, de página en página…¡que maldita monotonía! He olvidado mi pasión para apasionarme…

Lápiz, papel… nunca me había invadido de tal manera la enajenación, jamás me había sentido tan parte de nada, tan cerca de mí, tan lejos de todo…

¡Que putas!…si no lo han podido decir los grandes, el intento es sólo un fracaso anticipado… al final lo que trato decir es que estoy enamorada