Despedida

Es hoy cuando siento que el momento se acerca, sí, el miedo me domina, pero en el fondo hay curiosidad y ganas de conocerme a mí misma, de comprobar qué tanto soy capaz de hacer.

Pero ¿qué es a lo que temo? A la soledad, sí, pero no, no es eso, es miedo a decir adiós…sí, eso es; miedo a ver a la gente alejándose, a ver cómo todo lo que un día construí se va quedando atrás para llegar a otro lugar con nada en las manos, pero con mucho en el corazón: con personas y sentimientos que no necesitan de la cercanía para prevalecer. Sin embargo, pienso en mi partida y sólo viene a mí un instante preciso aún no vivido…sí, es ese momento en el que tendré que pronunciar la maldita palabra que sólo crea nostalgia y ganas de llorar en una persona que no está dispuesta a partir, a extrañar, a sufrir.

Luego doy la vuelta y todos desaparecen por largo tiempo, y la única forma de mantenerlos presentes será el recuerdo, pero él, digan lo que digan, no es eterno… me refiero a las imágenes que intentarán evocar a aquella persona que extrañaré y de la cual recordaré momentos… pues las imágenes luego de un tiempo, quizá en el mismo instante en que dé vuelta, serán borrosas, confusas…

Aún así, sabré que con sólo cerrar los ojos no habrá necesidad de ver aquellas imágenes, sólo tendré que oír, oír risas, comentarios, momentos, y los silencios que dijeron más de lo que cualquier palabra pudo decir. Y cada vez que los oiga, cada vez que los haga presentes sólo quedarán en mí ganas de volver para hacer de esas personas, más que imágenes borrosas, de nuevo parte de mi presente.

Sólo a aquellas personas

El mundo gira ¿no lo sientes? Gira siempre a la misma velocidad…lento, tan lento que a veces no lo percibes.

Sólo que ahora, en este momento, siento como si girara más rápido, tanto que no lo puedo detener y me siento perdida. Todos alrededor desaparecen y me quedo sola. Saco del bolsillo un papel en blanco y una pluma, y poco a poco mis sentimientos se van plasmando en él; cada uno de ellos se desliza por mi pluma y se transcribe en palabras incomprensibles para aquellos que aún no han aprendido a sentir.

Luego, cuando he terminado, todo se detiene, la gente me rodea de nuevo y vuelvo a ser quien soy, espontánea y alegre. Leo de nuevo lo que escribió ese alguien confundido y no parece ser yo, parece haber sido escrito por otra persona, por esa persona que siente, que ve más allá, que sufre, que llora, que grita, pero que jamás sonríe.

Por eso mis escritos se los muestro a pocas personas, sólo a aquellas que tienen otro ser adentro que siente y llora igual, que grita y pide comprensión al igual que yo…sólo a esas personas que al leer comprenden, no sólo las palabras, sino los sentimientos que ellas cargan, y de ese modo pueden conocer y llegar a esa persona que está muy dentro de mí.

Calla y escucha

Muchas veces pasan por delante de nosotros tantas cosas que tan sólo alcanzamos a percibir unas pocas, pero si llegas a percibirlas todas vas a encontrar en esas pequeñas, en las más insignificantes lo que realmente es felicidad.

Muchas veces las palabras sobran, sobran porque los sentimientos hablan por sí solos, pero por hablar tanto los sentimientos se quedan mudos y no los oyes, no los ves, porque los sentimientos se pueden ver si miras con los ojos del alma a la persona que quiere hablártelos. El truco está en aprender a usar esos ojos, y eso sólo se logra si callas y oyes lo que no se puede oír con los oídos, pues están dichos con palabras que llegan al corazón sin necesidad de pasar por el sentido del oído (¿por qué le dirán sentido? Quizá es porque los oídos tienen la función de sentir si uno se la sabe dar… puede sentir sentimientos)… al llegar al corazón, los sentimientos son escritos con las lágrimas de la otra persona porque, si no sabes, para un escritor que escribe historias sin palabras, las lágrimas son la mejor tinta, pues nunca se borra y deja huella.

Calla y escucha… a veces las palabras se equivocan, pueden ser malinterpretadas, pueden mentir, pero los sentimientos nunca, y si oyes, si oyes lo que quiero decir vas a saber lo que pienso, porque en este momento para mí las palabras carecen de significado.

Calla y escucha… así sabrás que no miento y verás cómo puedo escribir en tu corazón.

¿Por qué confiar?

No es fácil confiar,
Pues las personas saben mentir,
Traicionar,
Fingir.

Para confiar hay que conocer,
Conocer al otro como a uno mismo.

Pero,
¿por qué confiar en ti si no te conozco lo suficiente?
¿Por qué hacerlo?
¿Por qué contarte lo indecible si luego puedes usarlo en mi contra?

Quizá porque tú,
Al igual que yo,
Confías y esperas que yo no te falle.

Esperanza

Hoy es un día de aquellos en que quiero escapar,
No de ellos,
Ni del mundo,
Sino de mí.

¿Por qué?
Porque hoy mi cuerpo sufre,
Porque guardé una esperanza,
Pero tú te encargaste de llevarla,
Y a cambio de ella,
En mí se quedó un vació inmenso.

Se acabaron las ganas de soñar,
Y sobretodo,
De creer que las personas pueden llenarme de alegría,
Sin necesidad de llevarse a cambio lo único que se pierde,
La esperanza.

Vida como pluma

Un papel blanco frente a mí, sin palabras, sin sentimientos, sólo blanco y vacío. Vacío al que llego y en el que mi pluma se desliza sin saber qué quiere, qué pensará aquél que la manipula, cuál será el final de esto, dónde quedará el punto final; pero el final aún no está escrito, quizá aquél que la manipula ni siquiera lo haya pensado.

Así es nuestra vida, nosotros somos esa pluma que escribe historias de vida y experiencias sin saber por qué, sin saber quién la manipula ni cuál será el final.

Somos un juguete utilizado que ignora su existencia y su función en el mundo.

Muchos sueñan con ser el Ser manipulador, sueñan con que cuando acabe su existencia se unirán a Él…jajaja… ilusos ¿para qué le serviríamos nosotros a su lado? ¿Quién sería su pluma? ¿Con quién escribiría historias dramáticas? ¿Quién le rogaría que dejara de escribir?

Dime cuándo acabarás mi historia. Sólo te pido que la termines antes de que mi tinta se acabe y no queden más que palabras ilegibles en vez de un digno e imborrable punto final.

Nos destruyeron

Los actos,
El tiempo,
Las palabras que dijimos,
Los “te quiero” que no pronunciamos,
Y los abrazos que no dimos,
Se encargaron de destruirnos.

El tiempo se agotó,
Las sonrisas huyeron,
El orgullo venció a los sueños,
Y la confianza se olvidó de nosotras.

¿Acaso algo me pertenece?

Las palabras no me pertenecen,
Están ajenas y perdidas,
Pues no están dispuestas a describir sentimientos que no logran entender.

Alas...

Un día perfecto,
Un atardecer inolvidable,
Unas personas inigualables.

Yo con ganas de volar,
Pero el miedo a querer,
El arrepentimiento del silencio,
El vacío de las palabras no pronunciadas,
Y las cadenas de los sueños no cumplidos,
Se encargaron de cortar mis alas.

Antes de morir

A lo lejos una voz que intenta hablarme,
Hacerme entender,
Llegar al mundo,
Pero esa voz no entiende que no estoy aquí.

Me encuentro viajando en pensamientos,
Pensamientos que giran alrededor de mi mundo interior,
Aquél que nadie conoce,
Tampoco yo,
Ahí,
En donde guardo extraños sentimientos.

Hay pocos que se atreven a salir,
Esos son los pocos que puedo descubrir,
Los demás aún siguen ahí,
Esperando quizá un momento,
Una persona.

La espera es paciente,
Continua,
Eterna.

La espera agota,
Cansa,
Mata sentimientos.

Sólo espero que llegues y los liberes antes de que mueran y yo con ellos.

Amistad

Alguien con quien compartir,
Que tienda su Mano en el momento justo,
Insinuándonos que estará allí,
Enseñándonos a Sentir,
Tratando de mostrarnos que la vida es mucho más de lo que vemos,
Pues cuando tenemos Amigos los sentimientos se adueñan de nosotros,
Y, aún a pesar de la Distancia, la presencia silenciosa de aquella persona nos hará recordar que no caminamos solos.

Condena

Sueño tenerte aquí,
A mi lado.
Sueño estar junto a ti,
Siempre.

Despierto,
El aire reclama tu presencia,
El mundo me devora de ausencia,
Las lágrimas corren anhelando encontrarte.

Ruego no volver a dormir,
No caer en la tentación de verte en pensamientos vagabundos,
Pero el peso del dolor vuelve a cerrar mis ojos.

Soñar es mi condena.

Soñaba

Los sueños no son más que una forma de escapar de la realidad,
De inventar paraísos inexistentes,
De experimentar sentimientos aún no vividos,
De crear o recrear imágenes,
Anhelos,
Deseos
Pero… ¿para qué soñar si al despertar la realidad me devora en llanto?

Soñaba con mundos imaginarios,
Con hechos irrealizables.
Soñaba aprender a sentir,
A amar.

Soñaba volar libremente,
Sin temor,
Sin impedimentos.

Soñaba aprender a volar sola,
Soñaba ser feliz aceptando la realidad,
Realidad que no puedo aceptar porque mis sueños prevalecen,
Pero no sé por cuánto tiempo.

¿Cómo me pides que te entienda?

Si me tocas en japonés,
Me escribes en alemán,
Me miras en francés,
Me abrazas en italiano,
Y cuando me hablas en español haces de tus confusiones las mías.

Así, ¿cómo me pides que te entienda?