miércoles, junio 25, 2003

Calla y escucha

Muchas veces pasan por delante de nosotros tantas cosas que tan sólo alcanzamos a percibir unas pocas, pero si llegas a percibirlas todas vas a encontrar en esas pequeñas, en las más insignificantes lo que realmente es felicidad.

Muchas veces las palabras sobran, sobran porque los sentimientos hablan por sí solos, pero por hablar tanto los sentimientos se quedan mudos y no los oyes, no los ves, porque los sentimientos se pueden ver si miras con los ojos del alma a la persona que quiere hablártelos. El truco está en aprender a usar esos ojos, y eso sólo se logra si callas y oyes lo que no se puede oír con los oídos, pues están dichos con palabras que llegan al corazón sin necesidad de pasar por el sentido del oído (¿por qué le dirán sentido? Quizá es porque los oídos tienen la función de sentir si uno se la sabe dar… puede sentir sentimientos)… al llegar al corazón, los sentimientos son escritos con las lágrimas de la otra persona porque, si no sabes, para un escritor que escribe historias sin palabras, las lágrimas son la mejor tinta, pues nunca se borra y deja huella.

Calla y escucha… a veces las palabras se equivocan, pueden ser malinterpretadas, pueden mentir, pero los sentimientos nunca, y si oyes, si oyes lo que quiero decir vas a saber lo que pienso, porque en este momento para mí las palabras carecen de significado.

Calla y escucha… así sabrás que no miento y verás cómo puedo escribir en tu corazón.

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