miércoles, abril 16, 2008

No me atrevo

Vestida de miedo
en el cuarto oscuro de mi melancolía,
te escribo en los besos
que arrojas semidormida cada noche
a la silueta de esa mujer
que hoy no te acompaña.

Te escribo de día
para llenar los renglones
de mi blanco caminar
carente de emociones.

Te escribo de noche
para jugar con la tinta mustia
de estos labios
que ya no reconocen en un beso
el rostro del amor.

Te escribo en mis ratos libres
para calmar al tiempo
que se cuela lento
pero ataca como el predador más hambriento.

Te escribo en mis ocupaciones,
para autorizarme la libertad
y dejarte inscrita en la última tarea de la tarde
que nunca será entregada.

Te escribo constante,
pero sin prisa.
Te escribo con persistencia,
pero sin llanto.

Te escribo, te escribo,
y aún así,
no me atrevo a despojarme de estas vestiduras
para leerte en mi papel de vida.