sábado, enero 10, 2009

3 semanas


Llevo varios días queriendo escribir, pero siempre que me encuentro con la página en blanco me aterro... tal vez son demasiadas cosas a la vez y a veces es mejor no tratar de darles un orden. Hoy creo que lograré algo... lo que sea.


He dejado de lado los poemas... se quedan cortos ahora. Supongo que cuando vuelva a sentir dolor regresarán por sí solos a mi cabeza. Pero ahora no hay dolor... ya casi no recuerdo el verdadero dolor... todo va, todo viene, a veces todo vuelve... y está bien así.


Lo que me invade ahora es... nuevo. Estoy a 3 semanas de dejar todo lo que tengo, todo lo que quiero, todo lo que me impulsa a seguir viviendo. Sí, ya sé lo que es subirse a un avión con destino a otro país... ese profundo vacío en el alma... esa incertidumbre y esa nostalgia. Conozco el sentimiento, pero aún así, esta vez es diferente. Ya no soy la niña de papá y mamá que sólo debía preocuparse por mantenerse viva y alejarse de los problemas... ya no soy esa niña que en Estados Unidos se levantaba diariamente pensando solamente qué haría para desaburrirse. Las cosas cambian y es dífícil aceptarlo.... adaptarse.


Esta vez volveré a dejar esta tierra, pero con mi esfuerzo, con lo poco que he ahorrado... y llegaré a un país nuevo a ver cómo hago para conseguir puesto, ganar dinero para mantenerme y estudiar a la vez. No más papá y mamá con una llamada, no más carro con gasolina paga, no más comida caliente esperándome en casa, no más ropa lavada y planchada... lo dejo atrás por elección.


Escojí lo que voy a enfrentar... al principio sonaba como una tremenda aventura que iba a sacarme de mi rutinaria vida, pero ahora que el día se acerca, a veces pienso que estoy completamente locaaaa. Aún así, me emociona terriblemente, me encanta la idea de probarme y llevarme hasta el límite... saber de qué soy capaz. En el fondo... sé que puedo y que Colombia se me quedó pequeña. Conocer otra cultura, otro mundo... siento que es una nueva oportunidad para mí... un empezar de cero. Además, tengo razones suficientes para creer que este viaje tenía que ser porque era para mí y para nadie más. Tantas ilusiones, tantos pronósticos, tantos sueños y poco a poco se fueron transformando hasta hallarme sola en ese avión rumbo a... Buenos Aires.


Quizá, lo que más nostalgia me da es que algo me dice que no volveré a vivir aquí...
Y claro, está ese gran pedazo de mí que muere por unas cuantas personas aquí... mi familia ante todo que me han demostrado en estos meses apoyarme en todo (hasta lo más desquiciado de mi impulsiva forma de ser)... mis contados amigos y, en especial, unas cuantas personas que sé que saben quienes son porque están en mí y nunca se irán de aquí.


3 semanas para disfrutar al máximo a pesar del trabajo rutinario diario... 3 semanas para demostrar lo mucho que importan en mi vida ciertas personas... poco, pero espero que sea suficiente.
It´s time for real life