el diablo de largos tedios y sabor a cal,
la misma oscuridad carnívora de sufrimientos ajenos,
es el puñal impulsado frenéticamente por lo que no se tiene.
Su dolor y el mío en dos extremos intocables,
extrañas de susurros ligeros y efímeros,
palabras que se anclan a callar las lágrimas,
es el sentimiento sin puerto.
Mi vida que se niega a embarcar en sin regresos,
la presente soledad sin promesas soñadas,
grietas abiertas tentando a abismos demoniácos,
es la degeneración del alma en pena.
No mires, la verguenza de hallarme viva la recuerdo en tus ojos,
Cierra los ojos, dale olvido a la miseria de la existencia unívoca,
abrelos de nuevo, te apremia la desgracia con su desgastante continuidad,
llegó el momento de levar anclas.
3 comentarios:
sigo sin entender...
No se pierda. Saludos
Si levas anclas recuerda el puerto del que partiste, hasta Ulises regresó
Besos de domingo
Lady Bourbon
¿Qué no entiendes? La felicidad se vive por instantes, las amarguras por momentos.
Besos Tierra
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