La desventura en el camino,
un acercamiento de doble filo,
y en el corazón una punzada de odio.
Tu rostro se desdibuja en la multitud,
sos una más fulminada en la desesperación,
y el rechazo es tu fiel condena.
Amo la falta de conflicto,
añoro la soledad de mis gritos inaudibles,
y, aún así, continúo deseando el intrincado influjo de los sentimientos.
Nada basta en un mundo de deseosos devenires,
y todo sobra en la simulada paz de estar vacía...
Hoy soy lo que esperé ser,
pero espero ser lo que fui.
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7 comentarios:
Ojalá fueras lo que algún día creí conocer.
Más bien poco te has dado a la tarea de conocerme ahora.
"amo la falta de conflicto"... todo poeta ama las contrariedas en las que viene envuelto el amor... Hermoso...
Máss bien traté y no me lo permitiste...
error de nuevo...
cuando desees hacerlo de verdad y con el corazón abierto, aquí seguiré.
Eso sucederá cuando pueda volver a confiar en tí.
Ah! y mi corazón siempre estuvo abierto.
Then, ya somos dos
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