Mientras tu ausencia se declara presente,
Y tus ojos me fulminan el alma,
Tu espalda me devuelve al olvido.
Mientras tu indiferencia traspasa mi cuerpo,
Y tu tacto da paso al sentimiento,
Tu espalda me recuerda la derrota.
Mientras tu rechazo revive el sufrimiento,
Y tus palabras entierran el dolor,
Tu espalda consiente que vivir es sufrir.
Mientras tu rencor abraza el triunfo,
Y tu olor me pinta otros mundos,
Tu espalda me ata a la realidad.
Mientras tu locura cree apoderarse,
Y tu mirada lee pensamientos,
Tu espalda me despierta.
La nostalgia comprende una vez más que ni tú,
Ni este sentimiento,
Existen,
Pues nuestro tiempo pendió de un “mientras” que no fue suficiente para soportar la existencia.
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