El silencio es la peor bienvenida,
el miedo la inevitable respuesta del recién llegado.
Varias noches me dediqué a hablar para evitar aquello que era obvio...
estaba sola.
Larga lucha contra la corriente,
y por poco la inexistente reconciliación me hace olvidar lo que soy.
El cansancio se aporderó de los rastros humanos,
y el alma cedió a dejarse llevar.
Soledad sólo como estación,
no como parada,
Una oscura noche una voz respondió a lo que yo creía era un monólogo...
al final la soledad tampoco soporta el aislamiento,
y yo que pensé que el silencio era su fiel amante,
ahora puedo entender su abrupta ruptura...
No hay quien resista esa unión,
Ella huye como muchos a su propia naturaleza,
y en su huída no tiene más salida que hablar con aquellos que acompaña,
¿quién no ha oído que la soledad es buena consejera?
En estos últimos días, incluso, se ha convertido en mi amiga,
no diré que fiel porque tampoco quiero que se quede.
Tanto tiempo debatiéndome entre dos corazones...
al final el duelo era con el mío propio.
Eternos llantos por causas ajenas...
ahora el lamento es por las propias que he perdido.
Desgarrados gritos de aferración...
grito ahora celebrando mi libertad,
mi sin sabida anhelada pertenencia,
el tan evadido regreso a mi esencia.
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2 comentarios:
Qué lindo que estés volviendo a ser tú...las dos nos encontramos en la soledad para encontrar nuestra propia esencia.
Deja que vuelva a tí otra vez esa tan tú que todos esperan.
Love u hermosa, visita mi blog en este proceso de soledades encontradas.
La soledad podría ser una decisión propia, es más fácil cuando es así, yo la disfruto cuando es así
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