Y no eres

Es un frío silencio
que se adhiere a mis labios mudos...
es una charla constante con la silueta en punta
de tu memoria...
y no eres ruido
ni omisión.

Mi racionalidad exige motivos
y tu nublosa pisada se entrega al instinto...
eres un animal fugado
que va tras el alimento fácil...
y no eres humana
ni vegetal.

Judás ha besado a su Maestro
y se ha suicidado en los brazos del amor sin puerto...
Veo a los verdugos ir tras de ti
y yo me he sentado al lado del desinterés...
y no eres víctima
ni Salvadora.

En mi visión te lloro viva
mientras a diario camino sin nombrarte...
llevo tu muerte en mis manos
y hoy he orado la última misa...
y no eres dolor
ni sentimiento.

No eres nada
ni lo fuiste ya.

Sin futuro

Me miran desde una selva de desengaños
dos ojos negros, huecos...
Sostengo en mis manos curtidas
el peso de tu desasosiego
y sonrío.

Palpas la seguridad de su compañía
y a tientas buscas la incertidumbre de mis pasos...
Mueres de curiosidad
y aún no descubres cuán lenta puede ser esta muerte.

Consiente de que a su lado tu futuro no se escribe,
te acuestas diariamente en el lecho del instante...
Te has convertido en lectora inactiva
de una vida que has abandonado al Escritor.

El día que desees cerrar el libro de la selva
y retomar el camino del riesgo
daré fin a tu agonía

para entregarte un papel en blanco.