Vida monótona,
Rutina enloquecedora.
Antes mis ojos la misma realidad aburridora,
Una y otra vez la misma aurora.
Día tras días sonidos repetidos,
Desde mucho antes conocidos.
Pero llegaste tú,
En tus ojos un universo sin final,
En tu ser un compañero leal,
En tu mirada un sentimiento eterno,
En tus brazos un cariño sincero.
Una y otra vez,
día tras día,
tu amor olvida la monotonía.
jueves, febrero 05, 2004
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