De regreso

La vida es lo que tiene que ser, pero si algo he comprobado son dos cosas:

1. Dios o esa fuerza superior aún no piensa abandonarme.

2. Los riesgos son necesarios para dar pasos grandes en la vida.

En mi caso, el riesgo me lleva al mismo lugar donde comencé ¿extraño? Sí, vuelvo a mi país, a la casa de mis papás y a la misma empresa. Pero hay efectos secundarios a considerar:

1. Amo más a mi país. Como Colombia y su gente, ninguna.

2. El paso por la casa de mis papás será sólo temporal. Ahora sé que soy capaz de vivir sola.

3. Misma empresa, pero un cargo y un sueldo mejor. Pero lo que más importa, con más conocimientos y mucho más para aportar.

Y hay un 4 punto, el más importante... me quedo con la experiencia, buenos amigos y la confirmación que puedo lograrlo todo.

Estoy contenta, a la expectativa... vuelvo a romper la rutina y me encanta. Me asusta un poco que esta capacidad de romperla esté ligada enteramente a mi juventud, pues quizá el día que ya no tenga 24 años voy a ser consumida por esa monotonía diaria con la que cargan los adultos.

También me siento eternamente nostálgica de dejar este pequeño mundo que construí aquí para mí, esta pequeña vida que me ha llenado de satisfacciones... dejar a mis amigos que tanto quise conocer y que ahora no sé si volveré a ver. Los extraño desde ya y me tocan sus caras de tristeza cuando supieron que me iba.

Me encuentro divida entre dos vidas ahora, pero ya opté por una, por esa que ahora me da una gran oportunidad.

Nos veremos allá el 2 o 3 de enero. Mi vida pasada me espera en ese cuarto de antaño que me ofrece de nuevo privacidad y capacidad de decisión. Regreso a matarla para darle paso a esta nueva vida que crece sobre las bases de una experiencia inolvidable: Argentina.GROSA ARGENTINA